Nutrición Celular Activa

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La terapia de la Nutrición Celular se basa en los trabajos del doctor en Farmacia y Biólogo Claude Lagarde, que descubrió el papel fundamental de los oligoelementos, ese principio activo “infinitamente pequeño”. Fue el principio de una investigación sobre el maravillosos lenguaje de nuestros billones de células.

Claude Lagarde, encontró un original sistema para entablar un diálogo más íntimo con nuestro cuerpo, reconstruyendo el esquema de los intercambios metabólicos que continuamente se producen en nuestro cuerpo.

El autor, doctor en farmacia y biólogo, optó por partir de un planteamiento inhabitual en la medicina occidental; basándose en el antiguo principio de la inteligencia intrínseca del cuerpo, comprendió que la célula es el centro de la “salud óptima”, porque ella sabe lo que necesita y nos lo dice.

Una dieta equilibrada puede ser suficiente para cubrir las necesidades cuando estamos en salud plena. Sin embargo, es difícil saber con certeza si cubrimos las necesidades de micronutrientes como vitaminas, minerales y oligoelementos.

Por eso, cuando estamos ante un desequilibrio, es esencial ayudar a la dieta con complementos nutriciales. Y aquí es dónde la Nutrición Celular Activa puede ayudar.

El objetivo de la Nutrición Celular Activa es optimizar el funcionamiento de nuestras células para así restaurar el equilibrio del organismo, desequilibrado por el entorno (polución medioambiental, alimentación moderna rica en azucares, refinados, conservantes, colorantes y grasas saturadas) las condiciones de vida alteradas por situaciones de stress, por enfermedades o hábitos inadecuados. Hoy en día debido a todo ello hay deficiencias de micro nutrientes (vitaminas, minerales, obligo elementos, ácidos grasos, antioxidantes y aminoácidos esenciales) que impiden al organismo mantener sus funciones vitales.

En una primera fase de tratamiento se debe desintoxicar el cuerpo, para a continuación comenzar la fase de reestructuración.

Fase I: Detoxificación

En la aparición de las enfermedades siempre se producen alteraciones biológicas derivadas de la contaminación celular. Los tóxicos y las toxinas no son sinónimo de veneno pero su efecto depende de la concentración en la que estén presentes, de la frecuencia de exposición y de la combinación de los distintos contaminantes. En nuestra sociedad estamos expuestos a centenares de moléculas potencialmente tóxicas y al no ser capaces de eliminarlas, favorecemos las alteraciones metabólicas que están en el origen de las enfermedades.

Los tóxicos

Hablamos de los pesticidas, abonos químicos, metales pesados, amalgamas dentales, tabaco, detergentes, disolventes, aditivos alimentarios, medicamentos como hormonas y antibióticos administrados a los animales productores de carne, sin olvidar la contaminación electromagnética de televisores, ordenadores, teléfonos móviles, etc.

Las toxinas

A diferencia de los tóxicos químicos enumerados estarían las toxinas que provienen de organismos vivos.

Unas son endógenas, como los metabolitos producidos por nuestro propio organismo, son sustancias de desecho como la urea… y otras son exógenas como la acroleína presente en alimentos cocinados a altas temperaturas o las que producen los agentes infecciosos como bacterias, virus…

Entendemos que la detoxificación celular es imprescindible para la puesta en marcha de los mecanismos celulares y para una óptima utilización de los nutrientes.

En el pasado, antes de la revolución industrial, de la mecanización de la agricultura y de la industrialización.
en la producción de alimentos, los niveles de homotoxinas eran infinitamente inferiores a los de hoy en día.

No existían ni las amalgamas dentales, ni los antibióticos, ni el plomo de las gasolinas… por no hablar de los aditivos alimentarios y los pesticidas.

Por eso en la época actual, insistimos en la necesidad de abordar la nutrición desde una alimentación adecuada y la ayuda de unos complementos nutricionales que permitan una correcta asimilación de lo que tomamos en la dieta.

Fase II: Reestructuración

En las alteraciones del metabolismo que conducen a las enfermedades están las carencias de vitaminas, minerales, antioxidantes, ácidos grasos, aminoácidos esenciales… además de los altos niveles de toxinas.

Como factores desencadenantes tenemos que contemplar también la herencia genética y el estrés.

Existen protocolos nutricionales que asocian varios nutrientes esenciales de alta calidad biológica adaptados a cada tipo de enfermedad. A continuación hacemos una breve descripción de los productos que ofrece el mercado.

Los reestructuradores

Podemos distinguir los siguientes grupos de complementos:

  1. Ácidos grasos poliinsaturados y esenciales: La dieta debe ser complementada con estos preparados siempre que tengamos debilidad del sistema inmune, alergias, asma, acné…
  2. Vitaminas y antioxidantes: Son imprescindibles en personas fumadoras, consumidoras de carnes y alimentos precocinados y muy importantes en los amantes de los dulces…
  3. Minerales y Oligoelementos: Indicados en casos de desmineralización, osteoporosis, dolores osteoarticulares, caries dentales, acidosis metabólica…
  4. Aminoácidos funcionales: En caída del cabello, cuando hay fragilidad en las uñas, poca masa muscular, en la práctica del ejercicio intenso…
  5. Probióticos: Imprescindibles en casos de disbacteriosis intestinal, falta de fuerza digestiva, estreñimiento…

Una vez hemos corregido nuestros hábitos alimenticios y hemos pasado la fase de desintoxicación, comenzamos la siguiente etapa de la curación que consiste en reestructurar, reorganizar, volver a poner en funcionamiento aquellos sistemas alterados, sea el sistema inmune, el ciclo menstrual, las digestiones, el funcionamiento del tiroides…

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